Pintadas en la Cruz del Castillo de Santa Catalina. Foto: Diario Ideal
En nuestro día a día
continuamente a poco que paseemos por las calles de una población
encontraremos pintadas a nuestro paso. En paredes, mobiliario urbano
o incluso en el propio suelo.
Muchas de ellas ensucian
y no aportan nada. Otras en cambio, nos sorprenderán gratamente por
constituir verdaderas obras de arte urbanas, poniendo en evidencia
que tras su autoría se esconde un talento.
Pero este arte
espontáneo, ágil y libre, a veces acarrea unas consecuencias al
dañar la propiedad ajena, y más aún si ese daño tiene como
destino el patrimonio de todos.
En Jaén, nuestra
ciudad, gran revuelo ha causado la reciente aparición en la pasada
Navidad de pintadas en el muro gótico de la Catedral, y tal ha sido
el estupor que se ha registrado una denuncia en los juzgados en una
misma dirección por parte del Grupo Municipal Socialista y tres
colectivos locales: Iuventa, Patmos e “Iniciativas, andamos para
las ideas”.
Se solicita una
investigación y que los responsables de estas acciones sean
castigados conforme a lo establecido por la ley. No es para menos.
En Jaén, la Ordenanza
Municipal de Gestión de Residuos Sólidos Urbanos y de Limpieza de
la Vía Pública regula las sanciones que se pueden aplicar a este
tipo de actos en vía administrativa. Ni que decir tiene que si acude a través de los juzgados, el castigo se endurece.
Pintadas en el muro gótico de la Catedral de Jaén. Foto: Diario Jaén